Las lámparas de tipo LED se han convertido en la opción más adecuada para la iluminación de la vivienda, superando a la las lámparas halógenas, que no son tan eficientes.

Conocemos las lámparas led como sistemas de iluminación que emiten diodos y que proporcionan un método más eficiente que el de las lámparas incandescentes tradicionales, entre las que se encuentran las lámparas de tipo halógeno.

Su creación se remonta a la década de los años 60, cuando se utilizaron por primera vez, si bien en aquel tiempo todavía se usaban de forma muy aislada y con resultados de escasa potencia. Tuvo que llegar la década de los 90 para que se pudiera ver en acción la primera lámpara LED de brillo intenso, la cual sirvió para que este tipo de producto fuera ganando cada vez más presencia.

La ascensión de las lámparas formadas con sistema LED

En el año 2014 se otorgó un premio Nobel a un grupo de científicos japoneses por el trabajo que habían realizado anteriormente en la invención del LED azul, fundamental para el arranque de esta tecnología de iluminación.

Con las lámparas led se ha dado sucesión a las de tipo incandescente, que se utilizaron durante décadas desperdiciando energía y sin proporcionar el máximo rendimiento a los usuarios. Pero su camino hacia la adopción total no ha sido sencillo, constando de la siguiente cronología:

Años 1960, desarrollo de la primera versión
1994, demostración de su utilización con alto brillo
2007, comienza la búsqueda de la luz LED definitiva
2009, Philips presenta la primera bombilla LED
2010, comienza la instalación masiva de las lámparas LED

Este tipo de lámparas, por otro lado, tienen un período de vida extendido y un nivel de eficiencia muy elevado, lo que las convierte en una opción útil y recomendable. Pueden emitir más luz por cada vatio del que disponen y no necesitan tiempo de calentamiento, lo que significa contar con el máximo nivel de luz desde el momento del encendido.

Por su parte, las lámparas halógenas derivan del trabajo realizado con anterioridad en las lámparas de tipo incandescente. Se trata de lámparas que usan un sistema de tungsteno situado en un gas de tipo inerte combinado con yodo u otro de los halógenos habituales.

La química actúa de manera que todos los elementos están en equilibrio, proporcionando a cualquier tipo de habitación la iluminación necesaria. No obstante, no todas estas lámparas funcionan solo en baja tensión y es habitual que se calienten demasiado, lo que implica que se requiere cuidado al tocarlas.

¿Cómo se comparan los modelos de bombilla LED y los halógenos?

A la hora de entender los motivos por los que los expertos en iluminación doméstica recomiendan cambiar las bombillas halógenas por versiones LED, solo tenemos que considerar una serie de ventajas que se proporcionan en este tipo de bombillas.

Tal y como se ha mencionado, las lámparas led no incorporan elementos que sí están presentes en las halógenas, como el tungsteno. La ausencia de estos químicos produce que sea una opción más segura para el hogar y que, al mismo tiempo, resulte más beneficiosa para el medio ambiente. Esto se debe a que las bombillas halógenas emiten una gran cantidad de CO2, algo que las LED reducen de forma considerable.

Por otra parte, las lámparas halógenas son muy poco eficientes, debido a que un 90% de la energía que producen la convierten en calor.

En el uso de bombillas LED toda la energía se dirige hacia la producción de luz, lo que significa un mayor aprovechamiento de las bombillas adquiridas.

El ahorro es otro de los grandes pilares que diferencian a estos dos tipos de lámparas. Se produce a través de tres conceptos distintos. El primero se encuentra en que se ahorra en el consumo de energía. Toda la que desperdician las lámparas halógenas se materializa en consumo económico que se ahorra con las lámparas led.

Así mismo, otro factor de ahorro se ve representado en la sustitución de las bombillas, dado que el tiempo de duración de las LED es muy superior y requieren que se compren menos recambios.

La alta resistencia de estas lámparas lleva, al mismo tiempo, a ahorrar debido a la escasa necesidad de reparaciones que implican. Las lámparas led soportan mejor no solo la temperatura, sino también la humedad o incluso los efectos que se producen debido a vibraciones. No menos importante, las formadas con LED son capaces de proporcionar un mejor nivel de color, lo que las permite tener en cuenta la luz ambiente para ofrecer siempre el mejor uso.

En definitiva y resumiendo, estas son las 5 razones por las que las lámparas led son más recomendables para uso doméstico que las halógenas:

Proporcionan un gran ahorro
Son más seguras
Su iluminación es de mayor calidad
Contaminan menos
Resultan más cómodas

Estos son motivos suficientes para decidir cambiar las lámparas de la casa para que utilicen luces formadas por LED y no por el clásico sistema halógeno o incandescente.